Curiosidades de los delfines. Hoy hablaremos de los delfines, uno de los animales más inteligentes y sociables que existen. Se han detectado, tras muchos estudios, que los delfines emiten diferentes sonidos ante diferentes individuos, lo que nos hace pensar que son sus nombres, y así se diferencian del resto del grupo, siendo este normalmente muy numeroso, llegando incluso al millar de ejemplares.
Para empezar, os diré que la mayoría de clases de delfines viven en agua salada, pero también hay algunas especies que viven en agua dulce. Lo que seguramente si sabréis es que son mamíferos, sus embarazos duran desde los 9 meses, como los nuestros, hasta los 17 meses de algunas clases. Las crías maman aproximadamente 2 años. Manteniéndose en el grupo el resto de sus vidas.
Curiosidades de los delfines
Sus medidas van desde algo más del metro de longitud del delfín Hector, hasta los 9 metros que se han registrado en alguna orca que, aunque se las conozca como ballenas asesinas, ni son ballenas, ni son asesinas. Son la clase de delfín más grande y hambriento, llegando a comer más de 200 kilos diarios. En su boca tienen hasta 100 dientes, pero no los utilizan para masticar, sino que su función es sujetar el pescado, que después engullen enteros.
De hecho, los delfines comen más en las estaciones frías, para así acumular más grasa y combatir las bajadas de la temperatura del agua que, en las estaciones más cálidas, que no lo necesitan. Su piel es muy delicada, sobre todo ante los golpes con objetos que haya en el agua o rocas. Su piel puede ser de varios colores, (negro, blanco, gris claro, azulado, rosado…) aunque el más conocido es el azul grisáceo que vemos normalmente en los zoológicos o acuarios del delfín mular o nariz de botella. Al igual que nosotros cambian la piel, pero lo hacen más rápido que nosotros, ya que necesitan sólo un plazo de un par de horas, lo que les facilita que naden perfectamente y que nos guste tanto verlos saltar, y subir a la superficie, acción que hacen para respirar a través de su espiráculo, agujero que tienen en la parte superior, acción que realizan de forma voluntaria, no como nosotros que es un acto reflejo. Por este motivo los delfines nunca duermen del todo, hacen pequeñas siestas, y siempre mantienen un hemisferio del cerebro despierto, para respirar y para evitar el ataque al grupo.
Los delfines no tienen olfato, pero si una buena vista y un excelente oído. Su audición la realizan a través de la ecolocalización, sistema que utilizan también los murciélagos. Con este sistema son capaces de saber como es un objeto, su forma, tamaño, textura y situación.
La aleta que tienen en la parte superior se llama aleta dorsal, le sirve al delfín para mantener el equilibrio. Las dos aletas laterales o pectorales sirven para que tome las diferentes direcciones.
Hay muchas excursiones para nadar con ellos y poder conocerlos más de cerca, la verdad es que merece la pena. Y la última tendencia es utilizarlos para terapia, en algunas lesiones cerebrales, parece que está dando buenos resultados.
Lo que está claro es que merecen todo nuestro respeto y admiración, ¿no creéis?